5 Imperdibles en Salta y Jujuy que tenés que visitar

El norte argentino es un mosaico de paisajes, culturas y sabores que enamoran a quien lo visita. En particular, Salta y Jujuy ofrecen escenarios que parecen pintados a mano: montañas de mil colores, pueblos coloniales detenidos en el tiempo y desiertos blancos que se extienden hasta donde llega la vista.
Si estás pensando en recorrer esta región, hay algunos lugares que no podés dejar fuera de tu itinerario. Hoy te contamos cuáles son los 5 imperdibles en Salta y Jujuy que, sí o sí, tenés que conocer.

Cafayate: vino, montañas y quebradas

Ubicado en los Valles Calchaquíes, Cafayate es sinónimo de vino de altura, montañas rojizas y hospitalidad norteña. El pueblo respira tranquilidad, con calles coloniales y bodegas que invitan a degustar el famoso Torrontés salteño, único en el mundo.

Pero Cafayate no es solo vino: en sus alrededores se encuentra la Quebrada de las Conchas, un espectáculo geológico con formaciones como el Anfiteatro y la Garganta del Diablo. Colores rojos, verdes y ocres que cambian según la luz del día, regalando postales inolvidables.

Cachi: encanto colonial en los Valles Calchaquies

A más de 2.200 msnm, Cachi sorprende por su calma y su arquitectura blanca colonial. Caminar por sus calles empedradas es un viaje en el tiempo, donde cada detalle habla de historia y tradición.

El pueblo es ideal para quienes buscan desconexión, buena gastronomía regional y vistas imponentes del Nevado de Cachi, que supera los 6.000 metros de altura.

El acceso desde Salta por la Cuesta del Obispo y el Parque Nacional Los Cardones ya es una excursión en sí misma, con paisajes que parecen infinitos.

 

Salinas Grandes y Purmamarca: paisajes que deslumbran

Si hablamos de escenarios únicos, las Salinas Grandes ocupan un lugar especial. Un desierto blanco a más de 3.400 msnm que brilla con intensidad bajo el sol del altiplano. Caminar sobre ese suelo de sal, jugar con los reflejos del cielo y tomarse fotos creativas es una experiencia imperdible.

En el camino, una parada obligada es Purmamarca, famoso por el Cerro de los Siete Colores. El contraste entre la paleta natural de la montaña y las casitas de adobe del pueblo hacen que este rincón sea uno de los más fotografiados del norte.

Salinas Grandes en familia, Jujuy

Quebrada de Humahuaca y Hornocal: colores que impactan

La Quebrada de Humahuaca, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un corredor cultural que atraviesa siglos de historia. Sus pueblos —como Tilcara, Uquía y Humahuaca— muestran lo mejor de la cultura andina, desde ferias artesanales hasta celebraciones religiosas llenas de color.

Muy cerca de Humahuaca, se encuentra uno de los paisajes más espectaculares de Argentina: el Hornocal o Cerro de los 14 Colores. Sus laderas multicolores parecen un telón pintado, y la vista desde el mirador deja sin aliento a todo viajero.

 

Iruya: el pueblo colgado entre montañas

Llegar a Iruya ya es una aventura: el camino serpentea entre montañas, a más de 2.700 msnm, hasta descubrir un pueblo que parece suspendido en el aire. Sus calles empedradas, casas de adobe y vistas al río Milmahuasi crean una postal inolvidable.

Más allá de su encanto visual, Iruya transmite una energía especial. Es un lugar donde el tiempo parece detenerse y la vida transcurre con calma, entre costumbres ancestrales y hospitalidad sincera.

Iruya_vista_pueblo

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